domingo, 4 de marzo de 2012

LA JOC - LA HOAC, LA REFORMA LABORAL Y EL OBISPO



Os presento un resumen del comunicado conjunto de la Juventud Obrera Cristiana y la Hermandad Obrera de Acción Católica,
(Descargar pdf)




Nos encontramos con la 16ª reforma del mercado de trabajo en democracia, con lo que han transformado la concepción y función del trabajo asalariado en nuestra sociedad y están socavando los derechos de las personas trabajadoras y de sus familias.
Estas reformas siempre se han presentado como una necesidad para combatir el desempleo, pero sólo han conseguido:
- incrementar el empleo temporal, especialmente para los jóvenes;
- diversificar las modalidades de contratación a la carta;
- abaratar el coste del despido;
- reducir el crecimiento de los salarios;
- devaluar lo público (sevicios sociales, eduación y sanidad).
En definitiva, han profundizado en el trabajo precario y en el empobrecimiento de las familias trabajadoras. Un ejemplo lo tenemos en los años de crecimiento económico anteriores a la actual crisis: aún creándose riqueza y empleo, estos no sirvieron para disminuir la pobreza en nuestro país.
Justo lo contrario a: Un trabajo, vinculado a la dignidad de la persona, es y debe ser el criterio central de una economía orientada por “una ética amiga de la persona”. (Benedicto XVI, Caritas in veritate, 45)

Esta nueva reforma es otra agresión al trabajo humano como principio de vida. Esta reforma laboral es una vuelta de tuerca más para flexibilizar el mercado de trabajo:
- Quiebra el derecho constitucional a la negociación colectiva y a la capacidad organizativa de los trabajadores.  .
- Facilita y abarata la expulsión del mercado de trabajo.
- Abre el camino para ajustar los salarios a la productividad. (los trabajadores más débiles…….
- Dificulta, cuando no impide o precariza, el empleo juvenil.
No compartimos la individualización de las relaciones laborales que propone esta reforma: Dar prioridad a los intereses personales frente a los colectivos, significa romper la vocación a la comunión del ser humano
No es lícito eliminar derechos y protección de las personas trabajadoras cuando son  las políticas económicas las causantes de esta situaci
No se pude flexibilizar sin garantizar la seguridad de una vida digna para las personas trabajadoras y sus familias.
Esta reforma rompe el débil equilibrio conquistado históricamente entre capital-trabajo, alejándose del principio siempre defendido por la Iglesia de la prioridad del trabajo frente al capital
Lo se requiere son medidas políticas para una reforma del sistema financiero internacional. Esto sería avanzar en justicia social.
Como Iglesia en el mundo obrero eliminar las causas que han generado esta crisis económica y superar las estructuras económicas y sociales injustas que tanto sufrimiento, deshumanización y pobreza están provocando a las personas.
También instamos a los partidos políticos a corregir y reorientar, en el proceso parlamentario y animamos a participar en las iniciativas y movilizaciones que ayuden a tomar conciencia y revertir esta situación tan lesiva para las personas trabajadoras y sus familias.

Hasta aquí el resumen  del comunicado pero la noticia es que el señor Rouco, arzobispo de Madrid, se  apresuro a impedir que se leyera en las  iglesias y envió su propia nota:
«La Delegación Episcopal Diocesana de Pastoral del Trabajo ha enviado a todas las parroquias un comunicado elaborado por la HOAC y la JOC de ámbito nacional, ante la nueva Reforma Laboral.

»Nuestra Diócesis no se identifica con el contenido de dicho Documento, ni se hace responsable del mismo, considerando improcedente su difusión.

»Por indicación del Sr. Cardenal se envía esta nota para que cada Vicario Episcopal la haga llegar a los ámbitos de su responsabilidad. En las Vicarías territoriales debe enviarse a los Arciprestes a la mayor brevedad posible, a fin de que éstos lo envíen a las parroquias y lugares de culto de su respectivo arciprestazgo».

 Lo que dice el comunicado: ¿es acaso altamente peligroso para la fe y las buenas costumbres? Señor..Señor…¡Que tipo de fe tendrá este obispo que no parece estar en sintonía ni con el papa!



El respeto a la dignidad del trabajo, vinculado a la dignidad de la persona, es y debe ser el criterio central de una economía orientada por “una ética amiga de la persona”. (Benedicto XVI, Caritas in veritate, 45)
 
 





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