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Nos
encontramos con la 16ª reforma del mercado de trabajo en democracia, con
lo que han transformado la concepción y función del trabajo asalariado en
nuestra sociedad y están socavando los derechos de las personas trabajadoras y
de sus familias.
Estas
reformas siempre se han presentado como una necesidad para combatir el
desempleo, pero sólo han conseguido:
-
incrementar el empleo temporal, especialmente para los jóvenes;
-
diversificar las modalidades de contratación a la carta;
- abaratar
el coste del despido;
- reducir el
crecimiento de los salarios;
- devaluar
lo público (sevicios sociales, eduación y sanidad).
En
definitiva, han profundizado en el trabajo precario y en el empobrecimiento de
las familias trabajadoras. Un ejemplo lo tenemos en los años de crecimiento
económico anteriores a la actual crisis: aún creándose riqueza y empleo, estos
no sirvieron para disminuir la pobreza en nuestro país.
Justo lo contrario a: Un trabajo, vinculado a la dignidad de la
persona, es y debe ser el criterio central de una economía orientada por “una
ética amiga de la persona”. (Benedicto XVI, Caritas in veritate, 45)
Esta nueva
reforma es otra agresión al trabajo humano como principio de vida. Esta reforma laboral es una
vuelta de tuerca más para flexibilizar el mercado de trabajo:
- Quiebra el
derecho constitucional a la negociación colectiva y a la capacidad organizativa
de los trabajadores. .
- Facilita y
abarata la expulsión del mercado de trabajo.
- Abre el
camino para ajustar los salarios a la productividad. (los trabajadores más
débiles…….
- Dificulta,
cuando no impide o precariza, el empleo juvenil.
No compartimos
la individualización de las relaciones laborales que propone esta reforma: Dar prioridad a los intereses
personales frente a los colectivos, significa romper la vocación a la comunión
del ser humano
No es lícito
eliminar derechos y protección de las personas trabajadoras cuando son las políticas económicas las causantes de esta
situaci
No se pude
flexibilizar sin garantizar la seguridad de una vida digna para las personas
trabajadoras y sus familias.
Esta reforma
rompe el débil equilibrio conquistado históricamente entre capital-trabajo,
alejándose del principio siempre defendido por la Iglesia de la prioridad del
trabajo frente al capital
Lo se
requiere son medidas políticas para una reforma del sistema financiero
internacional. Esto sería avanzar en justicia social.
Como Iglesia
en el mundo obrero eliminar las causas que han generado esta crisis económica y
superar las estructuras económicas y sociales injustas que tanto sufrimiento,
deshumanización y pobreza están provocando a las personas.
También
instamos a los partidos políticos a corregir y reorientar, en el proceso parlamentario
y animamos a participar en las iniciativas y movilizaciones que ayuden a tomar
conciencia y revertir esta situación tan lesiva para las personas trabajadoras
y sus familias.
Hasta aquí el resumen del comunicado pero la noticia es que el señor
Rouco, arzobispo de Madrid, se apresuro a impedir que se
leyera en las iglesias y envió su propia nota:
«La Delegación Episcopal Diocesana de Pastoral del Trabajo
ha enviado a todas las parroquias un comunicado elaborado por la HOAC y la JOC
de ámbito nacional, ante la nueva Reforma Laboral.
»Nuestra Diócesis no se identifica con el contenido de dicho Documento, ni se hace responsable del mismo, considerando improcedente su difusión.
»Por indicación del Sr. Cardenal se envía esta nota para que cada Vicario Episcopal la haga llegar a los ámbitos de su responsabilidad. En las Vicarías territoriales debe enviarse a los Arciprestes a la mayor brevedad posible, a fin de que éstos lo envíen a las parroquias y lugares de culto de su respectivo arciprestazgo».
»Nuestra Diócesis no se identifica con el contenido de dicho Documento, ni se hace responsable del mismo, considerando improcedente su difusión.
»Por indicación del Sr. Cardenal se envía esta nota para que cada Vicario Episcopal la haga llegar a los ámbitos de su responsabilidad. En las Vicarías territoriales debe enviarse a los Arciprestes a la mayor brevedad posible, a fin de que éstos lo envíen a las parroquias y lugares de culto de su respectivo arciprestazgo».
Lo que dice el comunicado: ¿es acaso altamente
peligroso para la fe y las buenas costumbres? Señor..Señor…¡Que tipo de fe
tendrá este obispo que no parece estar en sintonía ni con el papa!
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