He pasado de ser un europeo convencido de que estábamos en
el camino correcto al integrarnos en Europa a ser un euroescéptico. Y ¿Quién me
ha convencido? Pues yo solito. Los gobiernos de ese conglomerado informe y desastroso
que hoy es Europa, todos a las ordenes de Alemania, sumisamente a las ordenes,
han decidido estrangular a los ciudadanos europeos. Mejor nos están matando a base
de sangrías. Los médicos estuvieron utilizando esta técnica hasta bien entado
el siglo XIX a pasar de los riesgos y de
carecer casi siempre de efecto curativo.
Soy euroescéptico pero sobre todo estoy empezando a ser anti alemán. Yo creo que ya lo soy del todo. Lo alemanes
pusieron el siglo pasado a Europa por dos veces al borde la ruina y están imponiendo su dominio por la vía de
recortes hasta que la situación sea insostenible. Antes fueron los tanques
ahora son los ajustes fiscales y la precarización laboral. Siempre intentaron
crear un imperio y fallaron con la fuerza. Han encontrado un método más civilizado “creamos una bolsa de pobreza
y precariedad y tendremos ya nuestro imperio”.
La situación real de varias naciones europeas, entre ellas
España, es que son de hecho un protectorado. Llamemos las cosas por su nombre. Aquí no
nos han impuesto un gobierno, como han hecho en Grecia e Italia, pero porque
nuestros políticos son unas marionetas en sus manos. Rajoy parecía que se iba a
plantar y lo han domesticado en menos de cien días. “Oye, majete, ahí tienes a
un ministro alemán para que te supervise los presupuestos, y no rechistes que
te intervenimos”. “Oye, majete, tienes que recortar 10.000 € mas, y lo tienes
que hacer hoy” Y el hombre, mejor el pobre hombre, hace todo lo que le mandan
puntualmente y sin rechistar. Esta ha sido la historia desde hace tres años. Pero
lo más curioso es que la situación no ha mejorado nada. Ni va a mejorar si
seguimos por este camino. Los
partidarios de seguir adelante con el suicidio dicen que este planteamiento es
muy simplista, que la cosa es más complicada. Y tienen razón, pero siempre que
queramos resolver un problema lo primero que tenemos que hacer es iniciar la
solución por un diagnóstico directo y simple.
Mi conclusión personal es que si estamos yendo sumisamente al matadero,
para que los alemanes y los banqueros, puedan seguir unos meses, o años, más
engrosando sus cuentas, lo que debemos hacer es salir de Europa, de la Unión
Europea, cuanto antes mejor.
Si estamos arruinados, que lo estemos con
dignidad. Si vamos a pasar hambre, que podamos hacerlo con folclore y
pandereta, si nos da la gana. Somos un pueblo trabajador y serio, pero nos
llaman vagos y nos consideran insolventes. El Banco Central Europeo nos podrían dar crédito al 1%, como se lo
está dando a los bancos, todo lo que quieren, a los mismos bancos a los que tenemos que pagar nuestros créditos más del 4%.
Los alemanes no pueden consentir que “estos
vagos del sur” continúen al sol, hay que
ponerlos a trabajar, y con poquito salario. Pero ellos están consiguiendo sus
créditos a interese negativos, sí “devuelven menos que lo que les prestan”.
¡Con estos amigos para qué necesitamos enemigos!
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