jueves, 9 de agosto de 2012

LOS INMIGRANTES SIN PAPELES SIN ATENCIÓN SANITARIA


En el Real Decreto que regula la condición de asegurado y beneficiario a efectos de la asistencia sanitaria en España, publicado en el Boletín Oficial del Estado el pasado 4 de agosto se establecía que  el 31 de este mes de Agosto los emigrantes sin papeles quedarán sin tarjeta sanitaria y solo podrán ir a urgencias.  Quedan  descartados  de esta norma los menores de 18 años y las mujeres embarazadas.
Muchos profesionales de la sanidad,  más de 800 médicos en estos momentos han manifestado ya su intención de acogerse a la objeción de conciencia y seguir atendiendo a los inmigrantes irregulares. La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitario (semFyc) puso en marcha el pasado mes de julio un registro para que los médicos que lo desearan pudieran objetar contra este decreto que le consideraban injusto, muy peligroso para la salud pública y  que está en contra su deber ético profesional que no les permite  abandonar a sus pacientes.
A los 700€ hay que sumar las medicinas

Cuatro comunidades autónomas, Andalucía, Asturias, Cataluña y País Vasco han anunciado que atenderán a todo el mundo en sus consultas.
Las ONG SOS Racismo y Médicos del Mundo han presentado este jueves, en nombre de otras muchas,  un escrito en el Registro del Parlamento autónomo de Aragón en el que señalan que "la crisis económica, a pesar de su crudeza, no puede ser excusa para vaciar de derechos a las personas migrantes, con lo que ello conlleva de fractura en los principios de universalidad e igualdad que deben presidir el acceso a derechos fundamentales", y  que este Real Decreto “dejará a las personas inmigrantes en situación administrativa irregular y a los comunitarios sin medios económicos acreditados sin acceso al sistema sanitario público". Cáritas Española a través de uno de sus portavoces ha afirmado que supondrá un retroceso a los años 50 y que la medida deja  en una situación muy extrema a los inmigrantes y a las organizaciones que les atienden.


Pero el gobierno sigue con su propósito hacia delante y exige que los extranjeros sin papeles tengan que abonar 710 euros al año para recibir asistencia en la Sanidad pública, y la cifra se duplicaría hasta los 1.864,80 anuales en el caso de los mayores de 65 años. Cualquiera, que trate con estas personas afectadas y conozca la terrible situación por la que están pasando, sabe que es de todo punto imposible que dispongan de esa cantidad. El gobierno sabe perfectamente que esto sucederá pero pretende lavar la cara de la medida diciendo que él ya ha dado una solución y relacionando esto con el turismo sanitario que es otro problema muy diferente..
 

Por esta vez el PP no ha dejado duda sobre las razones por las que toma esta decisión. Su portavoz en el congreso ha expuesto con toda claridad  la razón de esta medida: "los inmigrantes ilegales lo que tienen que hacer es entrar legalmente en España. Este país no puede seguir soportando ser el escenario principal de la inmigración ilegal, de la entrada de inmigrantes ilegales del conjunto de la UE y en esto coincido con algunas reflexiones que hicieron en el seno del anterior gobierno". En su opinión, "los inmigrantes ilegales lo que tienen que hacer es volver a sus países. Dicho esto, ninguna persona que esté en nuestro país, sea inmigrante ilegal o legal, va a quedar exento de la atención sanitaria de urgencia y eso es muy importante", ha apostillado.
O sea que con el pretexto de ahorrar toman una medida  social y política que defendían y exigían durante años cuando estaban en la oposición. Esta claro que el tufillo racista y de explícita discriminación del sector neoliberal y de extrema derecha inspira muchísimas de las medidas que  por suerte para ellos les exigen sus correligionarios europeos. El presidente de Extremadura confirma que esta conclusión es cierta al decir que “Los médicos que objeten  la medida lo que tienen que hacer es pagar el costo del servicio que están prestando en contra de la norma” Como siempre los del PP piensan en términos de caridad y no de justicia.