· Hace unos días el Tribunal Constitucional, después de siete años se decide y los periódicos pueden dar esta noticia: El TC avala el matrimonio homosexual por amplia mayoría
Ha habido diversas reacciones ante el anuncio. A mi me
interesa comentar la de los obispos
españoles. Aunque no creo que exista un solo español que se haya sorprendido de
las declaraciones de la conferencia episcopal o de alguno de sus miembros. Creo que vale la pena hacerse unas preguntsa: ¿Cómo es posible que se manifiesten
en los términos que lo hacen? ¿Por qué siguen anclados en una homofobia que un
importantísimo sector de la sociedad y las leyes del país han abandonado?¿Como es posible que esto lo hagan los que se dicen representantes de Jesús, el hombre acogedor?
Posiblemente encontréis un rosario de razones que respondan
a estas preguntas. Habrá multitud de matices en ellas. Yo desde una postura
“buenista” quiero presentar dos razones,
lo hago desde la fe en Jesús pero con un
enfado considerable. No se me oculta que una mirada más objetiva me llevaría a
hacer otros comentarios que considero razonables, lógicos, muy justos y menos benébolos.
A mi lo que
verdaderamente me sorprende son dos cosas porque serían el abc de la honestidad
y de la lógica:
- Que tengan la osadía de opinar sobre algo de lo que no tienen ni “puñetera” idea.
- Que lean la biblia de forma tan incorrecta.
Que no
tienen puñetera idea de lo que hablan cuando tratan de familia, de las
relaciones de pareja y del amor entre persona es fácil de probar si nos atenemos
a la frase evangélica de “por sus frutos
los conoceréis”. Ellos, todos son célibes, o sea no tienen pareja, no
tienen nadie al que realmente aman, ni nadie con el que comparten su vida. No
han experimentado el amor. ¿Cómo van a saber lo que es todo eso? ¿Por qué
son tan imprudentes de dar
consejos o lecciones sobre una realidad que no conocen? ¿Por qué son tan irreflexivos de no oír lo que tienen que decir los que sí saben de qué se está
tratando? ¿Por qué son tan soberbios de pontificar desde la falta total de
experiencia?
No
voy a poner en duda que hay curas y
monjas y hasta algún obispo que aman a sus semejantes muy sincera y
profundamente y muchos llegan hasta niveles heroicos. Yo soy testigo de ello y
estoy orgulloso de haber colaborado con este grupo de cristianos, en el que por
supuesto he encontrado las personas más generosas del mundo. Pero eso no tiene
nada que ver con la familia, el enamoramiento
entre personas y las relaciones de pareja.
No se han
enterado de que la biblia hay que leerla e interpretarla de forma correcta para
que la entendamos en el momento y las
circunstancias actuales. Ellos llaman esto relativismo. Y es que están empeñados
que lo del evangelio es una cosa inmutable. Eso sería de alguna manera
comprensible, aunque entiendo que no
casaría bien con el pensamiento de Jesús, recordemos que él decía que “el
sábado era para el hombre y no el hombre para el sábado” y hablaba de odres
nuevos y estoy seguro que no se refería a odres nuevos para su tiempo, porque ahora
estarían viejísimos, digo yo .
Lo que no es de ninguna manera comprensible es que estos obispos sitúen esa inmutabilidad
en los tiempos de Nicea, Santo Tomás o Trento, así que no pueden estar más anticuados. Además
son tan acérrimos que cuando el concilio Vaticano II abrió la visión al mundo
actual y dijo que había que leer los “sinos de los tiempos”, pusieron buena
cara por que la ocurrencia la había tenido un papa viejo, Juan XXII, pero en
cuanto murió empezaron una ofensiva par hacer desaparecer todo vestigio de la
ocurrencia de un Papa decrépito y unos cientos de clarividentes y sinceros
cristianos de buena voluntad. Ahora están empeñados en tirar del carro hacia atrás,
se sienten comodísimos en sus antiquísima vestiduras.
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