viernes, 9 de septiembre de 2016

El papa Francisco y el obispo de Getafe: "Dos caminos diferentes"

Hace ya algún tiempo oigo en silencio el credo cuando voy a misa. Suelo decir para mi mismo: "creo en todo lo que responda a la realidad de esto que está  proclamando de buena fe esta gente".

Una de las afirmaciones que primero me llevaron a esta práctica cuasi heterodoxa es aquello de: "Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica". La  fe decía el antiguo catecismo "es creer lo que no vemos", y en eso puedo estar casi de acuerdo, pero nunca la fe puede ser "cree lo contrario de lo que vemos". Eso puede ser o una gilipollez o un problema óptico o un síntoma  de dificultades mentales. Es evidente que si crees que has encontrado un oasis y apuestas por ello tu vida, lo tienes crudo.

A mí lo de santa, católica y apostólica me suscita interrogantes..... pero lo de "una" suscita en mí una sensación de alarma ante una mentira que por mucho que se repita y se proclame solemnemente, se diga en latín o en castellano, no deja de ser mentira. Hacerme decir y, mucho menos, creer que es la misma iglesia la del Papa Francisco y la del Obispo de mi diócesis de Getafe es cuando menos una insensatez. Si lo hiciera tendría problemas psicológicos o habría alguna razón espuria para autoengañarme.

Los católicos, en estos momentos,  nos estamos encontrando con una serie de contradicciones en la conducta de los obispos  y la doctrina que  predican que tenemos toda la razón para estar hechos un soberano lío. Lo que está diciendo y haciendo el papa Francisco y lo que vemos y oímos en las parroquias en las que el obispo de nuestra diócesis de Getafe dice que ha llevado a cabo: "una reforma doctrinal y litúrgica"   y "para eso (ha dicho a muchos sacerdotes) "tú tienes que salir de ahí" , como lo ha hecho en una parroquia de Fuenlabrada, van por caminos divergentes. Vamos que se pegan de tortas. 

Decir y hacer una cosa y la contraria y proclamarse  todos ministros y discípulos de Jesús es, como menos, una imprudente ligereza impropia de los que se proclaman "pastores de la iglesia", que se otorgan la interpretación de la doctrina del evangelio de Jesús. O el papa o este obispo mienten. Al menos  no son miembros de un mismo equipo o no juegan un mismo partido. El equipo de Jesús tiene problemas.

Comparemos dos noticias de estos días: 



El Papa Francisco ha demostrado ser un obispo, como el pide a los "pastores de la iglesia", con "olor a oveja", las doctrina que predica está volcada hacia los pobres y necesitados y considera  esto la prioridad de la iglesia. Parece que eso era lo que hizo Jesús y que eso era el núcleo de su mensaje del Reino de Dios.

El Sr. López de Andujar es el Obispo de Getafe, A nadie en su sano juicio se le ocurriría llamarle Juaquín María en la diócesis para referirse a su obispo. Es conocido por muy pocos de los cristianos de esta "comunidad" diocesana y cuando ha aparecido por la parroquia donde yo he vivido más de quince años lo ha hecho en la iglesia y no  le he visto salir ni a la puerta. En esta parroquia de Leganés hizo la misma operación, con las mismas formas de clandestinidad y alevosía y, por supuesto,  no permitió que se vieran el nuevo párroco y el destituido, aunque este último se ofreció repetidas veces  a ver a su sustituto que lo rechazó con malas formas y cuando le dijimos que no entendíamos que no hubiera hablado con su colega respondió que no lo necesitaba.  En esta parroquia no hubo problemas porque el párroco se retiró triste y avergonzado.

Os animo a que leáis  los dos artículos a los que hecho referencia más arriba.  Cada cual que saque sus propias conclusiones.








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