lunes, 31 de octubre de 2016

LAS CENIZAS DE NUESTRO MUERTO: RESPETO Y SENTIDO COMÚN


Hace unos días  el antiguo Santo Oficio, que aunque haya cambiado de nombre no parece que se haya transformado en un instrumento de regeneración y ay-ornamento de la iglesia, ha sacado una un documento, que llama "instrucción"  relativo a la incineración. Pretende dar pautas a los católicos sobre esta práctica que muchos están eligiendo para despues de la muerte. No la he leído. No me parece por lo que he podido ver en las reseña escritas u oídas que mereciera la pena leerse el documento. 

La impresión que tengo es que una vez más "el aparato",en este caso eclesial no se entera en el mundo en que estamos viviendo. Lo católicos debemos de ser  una panda de personas simple e infantiles que no pueden tener criterio sobre las cosas  cotidianas de la vida y que requieren ser guiados por unos pocos sabios protectores que les libran de cometer  errores peligrosos.

Hay una frase de Jesús que podíamos utilizar aquí, sin el sentido, por supuesto, conque la presentan los evangelistas, para responder a los autores de la instrucción y callarles la boca. La frase es "dejad a los muertos que entierren a sus muertos". No creo que use las palabras de Jesús irrespetuosamente, creo que Jesús le dijo al joven "deja que la gente entierre a sus muertos, tu tienes cosas mucho mas importantes a las que dedicarte". Pues si no estoy del todo equivocado le tenemos que preguntar al señor cardenal que se ocupe del "reino de Dios" y que nos deje tranquilos con nuestras cosas. ¡Que manía tienen los eclesiásticos con organizar la vida a los cristianos!

Siento que esa instrucción lleve la firma del papa Francisco, creo que con ella le han metido un gol.

Por si queréis leer algún artículo que presenta de manera positiva el tema os paso los "links" de dos que he encontrad y que reparan un poco la pifia del documento. Uno es de Pedro Castelao profesor de Antropología Teológica en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid,  que titula: "Con los restos mortales: respeto y sentido común" , y otro de Xabier Pikaza   "Mis reservas ante el documento sobre 'las cenizas de los muertos'"

Una pequeña muestra del contenido.

Pedro Castelao dice:   
Más que de una «imperativa» instrucción Ad resurgendum cum Christo todos parecemos más necesitados de una iluminadora actualización teológica que nos recuerde, con alegría, misericordia y esperanza, lo que el cristianismo le tiene que decir al ser humano de todos los tiempos: que somos creados con el cariño infantil de los muñecos de trapo, para ser transformados como gusanos de seda en su crisálida, pero, sobre todo, que nuestro destino definitivo es el vuelo eterno de las mariposas. La muerte es metamorfosis, y con los restos mortales, lo dicho: respeto y sentido común.




Dos son, a mi juicio, las reservas principales que suscita este valioso documento, que nos ayuda a entender el sentido de la vida humana, la esperanza de la resurrección y el gran don y compromiso creyentes de la comunión de los santos que, según la doctrina de la Iglesia, vincula a los vivos y a los muertos. Una reserva es circunstancial, de tiempo; otra a de fondo.
1. RESERVA MÁS CIRCUNSTANCIAL: ÉSTE ERA BUEN MOMENTO DE TRATAR DE LOS VIVOS, NO DE LOS DIFUNTOS (AL MENOS DE ESTA FORMA).
Ahora, al final del Año de la Misericordia, que el papa Francisco había promulgado a favor de los vivos más necesitados, de toda raza y religión, la Congregación de la Fe promulga este documento por los muertos cristianos. Es como si el Papa fuera por un lado (quiere ayudar los vivos, en la línea de Mt 25, 31-46 y sus obras de misericordia), pero ellos, los de la Congregación, van a lo suyo y se ocupan de los muertos de su rebaño creyente. No creo que lo hayan hecho a propósito, pero sí que parece "poca idea" (por no decir "mala idea"), ésta de ir en una línea opuesta a la del Papa y de gran parte de la cristiandad actual (así me lo ha repetido un amigo bien enterado)...

2. RESERVA INTERNA... LAS DEFICIENCIAS DEL DOCUMENTO
No es malo, como he dicho; al contrario, es muy bueno y recuerda cosas importantes para cristianos y no cristianos, pero debería haberse perfilado más, en forma positiva, de gozo y alabanza por la vida, en un momento en que parece que muchos banalizamos a los muertos.
Pero quizá no era el momento de decirlo, con un documento así, que es en principio positivo pero que, para la prensa (¡y no es la prensa impía, sino también la católica!) se resume en las cuatro prohibiciones que he señalado arriba (echar las cenizas por montes, tenerlas en casas particulares, repartirlas en trozos menores... y rezar por los que así lo han dispuesto).
Quiero recordar sólo de paso que una de las cristianas mejores que conozco (¡alma de Dios, madera de santa!) perdió a hija mayor en accidente, y cumpliendo su voluntad, tras misas y funerales, recogió las cenizas de crematorio y las esparció por los lugares favoritos de la niña...). Algún cura le ha dicho que así su alma vaga errante, que no puede salvarse... Ahora si lee este documento llorará de pena otra vez, por su hija y por los "curas" vaticanos que no conocen lo que es el sufrimiento por la muerte de una hija.
Vuelvo al tema. Es un Documento bueno, como todos los de la Congregación, bien organizado y construido, pero no parecía necesario, por la consecuencia práctica que saca.

Nota: Percibo en las palabras de Pikaza cierto miedo a ser amonestado. Debe de ser ya una costumbre en él cuando trata con estos señores del Vaticano.





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