El otro día leí que el periodista estrella de la Cope, la radio de los obispos, se metió con Iglesias y las feministas, en general, "pontificando": los Iglesias y toda esta basura les fascina ETA” y “A ver las feminoides dónde están por el hecho de que allí se ejerciera violencia contra dos mujeres”. Carlos Herrera cruza otra linea . Me acordé de un artículo de Leonardo Boff que leí hace un tiempo. Le voy a reproducir, le podéis encontrar en: Leonardo Boff el orden político económico mundial es homicida.
Los artículos de este cristiano brasileño los encontraréis en:Servicios koinonia.
EL ORDEN POLÍTICO-ECONÓMICO MUNDIAL ES HOMICIDA, BIOCIDA, ECOCIDA Y GEOCIDA
Hay un hecho que debe preocupar a todos los ciudadanos del mundo: el
desplazamiento del poder de los estados-nación hacia el de unos pocos
conglomerados financieros que operan a nivel global, cuyo poder es mayor que el
de cualquiera de los Estados tomados individualmente. Estos realmente detentan
el poder real en todas sus ramas: financiera, política, tecnológica, comercial,
medios de comunicación y militar.
Si tienen poco poder los estados y la preocupación de los políticos que votamos es el fútbol.... |
Es difícil condensar el cúmulo de informaciones que parece aterrador.
Dowbor sintetiza:
"El poder mundial realmente existente está en gran parte en manos de
gigantes que nadie eligió, y sobre los cuales cada vez hay menos control. Son
billones de dólares en manos de grupos privados cuyo campo de acción es el
planeta, mientras que las capacidades de regulación global van a gatas.
Investigaciones recientes muestran que 147 grupos controlan el 40% del sistema
corporativo mundial, siendo el 75% de ellos, bancos. Cada uno de los 29
gigantes financieros genera un promedio de 1,8 billones de dólares, más que el
PIB de Brasil, octava potencia económica mundial. El poder ahora se ha
desplazado radicalmente" (cf. "Gobierno corporativo", op. cit)
Además de a la literatura específica, Dowbor se refiere a los datos de dos
grandes instituciones que sistemáticamente a lo largo de los años se ocupan de
los mecanismos de los gigantes corporativos: el Instituto Federal Suizo de
Investigación Tecnológica (rivaliza con el famoso MIT de EE.UU.) y el Credit
Suisse, el banco que dirige las grandes fortunas del mundo y, por lo tanto,
sabe de estas cosas.
Los datos presentados por estas fuentes son sorprendentes: el 1% más rico
controla más de la mitad de la riqueza del mundo. 62 familias tienen un
patrimonio igual al de la mitad más pobre de la población de la Tierra. 16
grupos controlan casi todo el comercio de materias primas (cereales, minerales,
energía, tierra y agua). Debido a que toda la comida obedece las leyes del
mercado, sus precios suben y bajan a merced de la especulación, quitando a
vastas poblaciones pobres el derecho a tener acceso a una alimentación
suficiente y saludable.
Los 29 gigantes planetarios, de los cuales el 75% son bancos, empezando por
el Bank of America y terminando con el Deutsche Bank, son considerados
"sistémicamente importantes", pues su eventual quiebra (no olvidemos
que el más grande, los Lehamn Brothers de América del Norte, se declaró en
quiebra) llevaría a todo el sistema al abismo o muy cerca, con consecuencias
nefastas para toda la humanidad.
Lo más grave es que no hay regulación para su funcionamiento, ni puede
haberla, porque las regulaciones son siempre nacionales y ellos actúan
planetariamente. No hay todavía una gobernanza mundial que cuide no sólo de las
finanzas sino del destino social y ecológico de la vida y del propio
sistema-Tierra.
Nuestros conceptos se evaporan cuando, nos recuerda Dowbor, se lee en la
portada de The Economist que la facturación de la empresa Black Rock es de 14
billones de dólares, mientras que el PIB de los EE.UU. es de 15 billones de
dólares y el del pobre Brasil escasamente llega a 1,6 billones de dólares.
Estos gigantes planetarios manejan alrededor de 50 billones de dólares, el
equivalente a la deuda pública total del planeta.
Por estas razones entendemos la iracundia sagrada del Papa Francisco contra
un sistema que sólo quiere acumular a costa de la pobreza de las grandes
mayorías y de la degradación de la naturaleza.
Una economía, dice, "que
está centrada en el dios dinero y no en la persona: este es el terrorismo
fundamental contra toda la humanidad" (en el avión de regreso de Polonia
en septiembre). En su encíclica ecológica lo llama un sistema anti-vida y con
tendencia suicida (nº 55).
Ese sistema es homicida, biocida, ecocida y geocida. ¿Cómo puede prosperar
tal inhumanidad en la faz de la Tierra y todavía decir que no hay alternativa
(TINA = There Is No Alternative)? La vida es sagrada. Y cuando es
sistemáticamente agredida, llegará el día en que puede tomar represalias
destruyendo a quien la quiere destruir. Este sistema está buscando su propio
fin trágico. Ojalá la especie humana sobreviva.
Leonardo Boff