Estos días muchísima gente ha comentado que “el papa
había quitado el buey y la mula del portal de Belén”. Es de lo más curioso
analizar los titulares de la prensa, pero sobre todo es descorazonador constatar
que la formación religiosa de los que se dicen creyentes, y seguro que lo son,
es muy deficiente y primaria. Eso hace
muchos años que, desgraciadamente, yo lo sabía, pero aún me sorprende.
Todo este jaleo generado porque el papa ha publicado un libro titulado “La infancia de Jesús”, que es el tercer volumen de una trilogía sobre Jesús. Lo sorprendente es que la causa de todo el revuelo es una pequeña frase del libro en la que Ratzinger señala que en el Evangelio "no se habla de animales", en el lugar en el que nació Jesús, aunque había un pesebre, "el lugar donde comen los animales, la iconografía cristiana captó muy pronto ese motivo". Eso cualquiera que lea el evangelio lo puede comprobar. ¿Por qué entonces la gente pone en entredicho su fe porque no puede poner la mula y el buey en su belén? De risa, si no fuera triste. Además el mismo papa les da la pauta de como eso del belén, como otras muchas cosas, en un tanto por ciento importante son producto de artistas, escritores y predicadores, por lo tanto producto de la imaginación y el simbolismo.
Os recomiendo leer un bonito cuento en: El Belén de los humildes
Con tanto arte,
simbolismo y sensiblería para mover el corazón de las gentes, yen eso en España
somos punteros, nos encontramos que el componente religioso de una gran masa de fieles está sustentado sobre bases de
pura tradición y sentimientos nada conscientes, algo de magia y superchería, en
el mejor de los casos poesía y literatura pía. De formación bíblica,
conocimiento del evangelio e interiorización de la doctrina de Jesús muy
poquito.
Claro que no hay
que sorprenderse pues eso es la consecuencia de una preparación para la fe
hecha cuando se es niño. A veces complementada por unas clases de religión
superficiales y pacatas en las que no presentan más que generalidades. Y ¿por
qué ocurre esto? Pues porque la gran mayoría de los responsables eclesiásticos
no pueden permitir que los llamados fieles tengan una formación tal que les
lleve a pensar por sí mismos, a ser adultos en su fe. Sería peligroso para el
predominio clerical y más aún episcopal. Sólo se sienten seguros con cuando el
pueblo tiene una religiosidad de dependencia en la que ellos son los
intermediarios entre Dios y los fieles. Así no es necesario formar a la gente,
bastaba con que practiquen y obedezcan, un poco de superstición y el miedo, la
presión social y la tradición aseguran la práctica religiosa. Yo estoy hablando de España, pero los
componentes principales son los mismos o muy semejantes en todas partes. Cuando
las circunstancias sociales han cambiado, especialmente en Europa, se les ha caído
el tinglado y hablan de descristianización.
Volviendo al libro,
casi al final Ratzinger reconoce que "en los últimos 50
años se ha producido un cambio de opinión en la
apreciación de la historicidad que
no se basa en nuevos conocimientos de la historia, sino en una actitud
diferente ante la Sagrada Escritura y al mensaje cristiano en su
conjunto". El diagnóstico de la situación es exacto, pero ante esta divergencia
entre la religiosidad y el ambiente social, el papa se reafirma en la doctrina
de siempre y en las prácticas de siempre. Me temo que esa es la razón principal
por la que ha escrito la trilogía- Por eso llama a la iglesia a una nueva cruzada
que no es un retorno a las fuentes del evangelios, sino que lo que persigue es que
la gente crea y tenga una práctica religiosa como la que se tenía antes. Por
eso el apoyo que da a los movimientos más inmovilista y tradicionales de la
iglesia, como movimientos neocatecumenles, nuevas ordenes religiosas supertradicionales,
etc. Se les queda corto incluso el Opus. A eso lo llaman Nueva evangelización.
A mí, que creo en Jesús, esta actitud de la jerarquía me genera una tristeza
enorme.
Porque
yo, al leer el evangelio, veo a un Jesús totalmente abierto a la gente,
dándoles respuestas para su vida, hablándoles del Reino de Dios, de un Dios
padre que interviene en la historia, priorizando las personas a la ley. Hay un libro precioso
escrito por José
Antonio Pagola que desde una perspectiva de fe presenta una aproximación
a Jesús algo diferente que la de los libros del papa. .
Curiosamente
el diario el País daba el el2008 la noticia de que: “Los obispos viven estos días alarmados por la venta
"como rosquillas" de un libro que presenta a Jesús como un ser
excepcional y que defiende a las víctimas de la sociedad injusta, pero que no
quiso crear "escuela" ni jerarquías. Se titula Jesús.
Aproximación histórica y ha
sido publicado por la editorial PPC, de la congregación marianista”.
¿Qué pasaría
si el papa compartiera sus opiniones y sabiduría con otros cristianos de buena
y profunda fe y en vez de reprimir a los creyentes, potenciara su fe? Estoy
seguro la Buena Nueva de Jesús volvería a ser Noticia y a nadie se le ocurriría
dejar de poner la mula y buey en su belén.
Excelentes reflexiones y comparto su opinión.
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