He encontrado en Eclesalia una carta dirigida al Arzobispo de Madrid que pienso publicar
mañana aprovechando que esta revista expresamente permite hacerlo con la
condición de indica de donde procede.
Estoy completamente de acuerdo con el contenido y creo que con la intención del documento.
Me he
preocupado de investigar lo que se ha publicado
sobre las declaraciones u orientaciones sobre este tema del
Arzobispo. Este hombre “de Dios”
no ha dedicado ni veinte minutos a orientar desde la fe a los cristianos madrileños y españoles sobre cómo comportarse como creyentes ante la terrible situación que estamos
padeciendo. En dos discursos, uno a los
obispos de la Conferencia Episcopal y otro de la Asociación Católica de Propagandistas, en ambos, casi de pasada, deja ver su pensamiento sobre este " nimio asunto".
En el primer discurso (Discurso de Rouco a la Conferencia Episcopal) después de reconocer que la crisis es el factor más preocupante añadió: "No es nuestra misión entrar en el análisis ni en las soluciones propiamente económicas ni políticas.... Pero sí es nuestro deber de pastores de la Iglesia ayudar al análisis cultural y moral necesario para llegar al fondo de las causas de la situación dificilísima que vivimos. Si no se sigue el camino que hace posible la caridad no será posible la solución de la crisis. Sin la caridad, es decir, sin la generosidad sincera, movida en último término por el amor de Dios y del prójimo, será imposible introducir los cambios necesarios en el estilo de vida y en las costumbres sociales y políticas que han conducido a la crisis y que seguirán amenazantes aún cuando hayan sido solucionados los problemas más graves, Dios quiera pronto"
En el primer discurso (Discurso de Rouco a la Conferencia Episcopal) después de reconocer que la crisis es el factor más preocupante añadió: "No es nuestra misión entrar en el análisis ni en las soluciones propiamente económicas ni políticas.... Pero sí es nuestro deber de pastores de la Iglesia ayudar al análisis cultural y moral necesario para llegar al fondo de las causas de la situación dificilísima que vivimos. Si no se sigue el camino que hace posible la caridad no será posible la solución de la crisis. Sin la caridad, es decir, sin la generosidad sincera, movida en último término por el amor de Dios y del prójimo, será imposible introducir los cambios necesarios en el estilo de vida y en las costumbres sociales y políticas que han conducido a la crisis y que seguirán amenazantes aún cuando hayan sido solucionados los problemas más graves, Dios quiera pronto"
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¡No les he dicho que lo nuestro es la caridad! ¡jod...! |
¡Está claro que este hombre tiene una inteligencia
privilegiada y hace unos análisis profundos e inspirados en el más intenso
sentimiento cristiano! Se sale por la tangente diciendo que su obligación es hacer un "análisis cultural" No se atreve a decir que hace un análisis fuera de la vida por que si hiciera un análisis pegado realidad tendría que aceptar que la economía y la política no se solucionan con la caridad sino con la justicia. La caridad es para él la coartada y además muy apropiado para un clérigo y sobre todo le permite no comprometerse.
Usar vocabulario religioso con apariencia de santidad pero sin comprometerse es un traición al pensamiento y la forma de vida de Jesús. Por eso yo digo que los que actúa así tienen poco de cristianos, aunque sean obispo. La tenemos cruda si esperamos que nos ayude a vivir según el Evangelio! Por eso no da respuesta a varios colectivos cristianos que le están pidiendo, desde hace años, que ejerza su función profética.
Usar vocabulario religioso con apariencia de santidad pero sin comprometerse es un traición al pensamiento y la forma de vida de Jesús. Por eso yo digo que los que actúa así tienen poco de cristianos, aunque sean obispo. La tenemos cruda si esperamos que nos ayude a vivir según el Evangelio! Por eso no da respuesta a varios colectivos cristianos que le están pidiendo, desde hace años, que ejerza su función profética.
Según El País, en el Discurso de Rouco a la Conferencia Episcopal a la
Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), que he citado, su
planteamiento es aún más profundo y su consejo más adecuado a la doctrina de
Jesús. El País informa que El cardenal
Antonio María Rouco cerró el (acto) con esta afirmación: “Las crisis nunca se
resuelven contra Dios. Si alguien conoce de alguna crisis de la que se haya
salido contra Dios, que lo diga”. ¡Realmente genial! No se dará cuenta el cardenal que cuando uno se pasa de simple
se le ve la patita. ¿Qué patita? La patita de estadista, diplomático, rico y
gran señor que utiliza a Dios
como pretexto para no comprometerse y como coartada para afianzarse en su
posición de poder. Digámoslo sin ambages está utilizando a Dios para sus
propios interese, por supuesto, no religiosos sino políticos.
Hace unos meses dejó ver su patita sin ningún pudor cuando de
forma fulminante prohibió la difusión de un comunicado de la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica) y
la JOC (Juventud Obrera Católica) que su misma Delegación de Pastoral del
Trabajo había pedido a los párrocos de Madrid leyeran en la misas del domingo.
El manifiesto, muy equilibrado
y nada radical, dice que “la dignidad
del trabajo ha de ser criterio de la economía” (citan a Benedicto XVI y su
«Caritas in veritate»); aseguran que la reforma es “otra agresión al trabajo
humano como principio de vida” (una idea del Vaticano II), y que se trata de “otra
vuelta de tuerca para flexibilizar el mercado de trabajo”, pero “no podemos
seguir flexibilizando sin garantizar la seguridad de una vida digna para el
trabajador y su familia”. Sencillamente la HOAC y la JOC ponen de manifiesto que un “somero análisis es
suficiente para constatar que por muchas vueltas que se le dé, la reforma
laboral del PP es netamente incompatible con la Doctrina Social de la Iglesia”.
La orden de Rouco
prohibiendo la lectura decía que “su diócesis no se identifica con el contenido
del comunicado de estas dos organizaciones cristiana”. Como siempre tan escueto
y breve. Para entender su pensamiento pongámoslo en lenguaje directo: La diócesis
de Rouco entiende que la reforma laboral defiéndela dignidad
del trabajo como criterio de la
economía, defiende el trabajo humano como principio de vida y es perfectamente compatible
con la Doctrina Social de Iglesia.
Se podría entender que a Rouco
no le gustara la forma como se presenta el comunicado y “pero negar el núcleo de su contenido no es
posible salvo que mediase un ejercicio de ceguera voluntaria. Ejercicio que
además alimenta la idea adversa de que el episcopado estará a partir un piñón
con el PP gobernante en todo lo que haga falta”
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