lunes, 29 de abril de 2013

Leer entre líneas



El lenguaje es uno de los misterios de los humanos. Siempre me ha fascinado pensar en el sofisticado mecanismo de la comunicación humana- Especialmente la expresión hablada con su sorprendente variedad  y riqueza es una especie de misterio. Con el tiempo he  descubierto que hasta el más ignorante y el más pequeño niño utilizan sutilezas para hacerse comprender y sobre todo para conseguir lo que quiere.
Tengo la impresión, sin embargo, que la mayoría de la gente no somos tan hábiles en lo que se refiere a interpreta lo que oímos y, en esta sociedad de la imagen, lo que vemos. Es para mí evidente que la sociedad se reparte, en esto de la comunicación, en dos grupos, hay unos cuantos que preparan cuidadosamente lo que quieren comunicar para conseguir sus fines y luego estamos la mayoría que nos tragamos lo que oímos a la pata la llana y nos basta con oír lo que nos gusta para creerlo a pie juntillas. Craso error el nuestro, los listillos y los sinvergüenzas nos manejan y utilizan a su antojo.
 
Hay mucha gente dedicada a engañar al público, a despistarnos y a embaucarnos, o sea a mentir. Quiero creer que en estos momentos la mayoría de la gente se ha dado cuenta que esto es lo que ocurre con el lenguaje de los políticos. Yo no sé nunca si lo que dicen es lo que piensan o lo que expresan responde a la realidad.   Para ser sincero tengo la seguridad  que nos están engañando, que no dicen una verdad ni en sueños. Creo, desgraciadamente para el bien común, que así pensamos muchos.
Si te quieres enterar de por dónde van los tiros hay que hacer constantemente un ejercicio de leer entre líneas. Es muy estresante tener que traducir al lenguaje dela verdad el lenguaje del engaño. Pero no hay más remedio si no queremos que además de dármelas todas el  mismo carrillo y  no nos enteremos por donde vienen. Ya sé que dárnoslas nos las van a dar, pero por lo menos nos preparemos para el golpe y si podemos le esquivaremos.

Desde una viñeta Forges
Bruselas, Rajoy y sus acólitos nos repiten constantemente que están recortando bienes, servicios y sueldos porque “no hay más remedio”. Además nos echan la culpa de estos males, pues “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”. Va la gente y se lo cree, cada vez menos gente, pero muchísimos se lo creen. Intentemos leer entre líneas dos hechos, para aclararnos.
Se privatizan unos cuantos hospitales en la comunidad puntera de neoliberalismo, Madrid.  El Sr. González, el presidente heredero de la Aguirre, y sus colaboradores sostienen que si no se toma esta medida el sistema de salud no es viable. No presentan memoria económica  ni dan explicaciones justificando la medida. Los profesionales del sector, que son los que conocen bien la situación les entregan un estudio demostrando que estos hospitales resultan más baratos con gestión pública que privatizándolos. No les hacen ni caso. Ni les contestan.

El subteniente Jorge Bravo, presidente de la Asociación Unificada de Militares Españoles hace unas declaraciones en una emisora diciendo que hay un montón de gasto superfluos que se pueden recortar antes que el sueldo de los militare y le meten en la cárcel un mes de arresto, sin ni siquiera hablar con el.

Podríamos encontrar muchos más casos  que leyendo entre líneas nos están diciendo a voces: A estos señores, personalizando en el presidente de la comunidad de Madrid y el ministro del ejército,  les importa un pepino el ahorro y la austeridad, a estos señores lo que les importa es empobrecer a los españoles porque es la consigna que los mandamases de Bruselas y Bon han dado a su jefe el Sr. Rajoy y enriquecer a los suyos que son ya ricos.  Nos ha costado entender el lenguaje de nuestros políticos pero me temo que han tensado tanto la cuerda que se les rompió el telón y dejaron al descubierto los camerinos. Si dependen de mi voto no podrán seguir engañándonos.

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