domingo, 14 de abril de 2013

• Olvídate de los partidos políticos y los sindicatos.


Si quieres ayudar a que la crisis pase no esperes  que los partidos políticos y los sindicatos colaboren contigo, al menos los que están en estos momentos en la escena social. Otro invento es posible que aparezca y nos saque de este atolladero. 

Cuatro historias para que nos podamos enterar de la situación:

Tengo un amigo que se cree a pies juntillas todo lo que los líderes del partido al que vota declaran o exponen. Nunca militó en ningún partido, por supuesto. Dice “Si les han elegido por algo será”. “Tienen que ser buenos, los mejores”. Cuando le das evidencias de que hay mucho gato encerrado en esos políticos que él elije, responde que todo es cuestión de puntos de vista.

Mi segundo amigo  no  cree nada de lo que oye a los líderes de cualquier partido. Desde joven ha militado en el movimiento vecinal y en  un partido y ha tenido en ambos cargos orgánicos, en alguna ocasión ha sido elegido para  cargos político y tareas de dirigente en las asociaciones a las que ha dedicado muchas horas de actividad.

El tercero  es un hombre trabajador, un obrero de toda la vida, de los primeros sindicalistas, de los que se han jugado su libertad y han perdido oportunidades personales por ser fiel a la causa obrera. Siempre fue un hombre de choque en el partido y en el sindicato. Jura que jamás se apartará de su fidelidad a ambos, aunque reconozca que es evidente que varios  dirigentes de estas organizaciones se han montado en el dólar y han utilizado el partido para medrar personalmente, sin gran esfuerzo y sin valía, parece que se puede concluir  que le han utilizado como carne de cañón pero no se lo cree o su fe obrera le impide constatar la evidencia.


El último siempre vota buscando el mal menor. Tiene mala conciencia, elección tras elección, pero sería peor no votar. Su voto va de derecha a izquierda alternativamente esperando acertar. Y vuelta a la frustración. Pero  su deber democrático le impulsa participar en las elecciones, ha interiorizado que su deber ciudadano es votar, pero no puede descubrir para qué vota.

Las historia políticas de estos cuatro amigos podrían ser muchas más y se podrían intercambiar entre ellos para situarse en todas las posiciones políticas. Cualquiera de ellos podía ser de derechas o de izquierdas o de centro si es que existe. Todos votan y delegan el poder por cuatro años, unos a pecho descubierto, otros tapándose la nariz. Nadie les dará cuenta de la potestad que entregan y casi nunca vuelven a saber de las actividades de los que votaron como sus representantes, están desaparecidos. Estos electos pueden hacer de su capa un sayo, incluso pasarse a una posición política contraria  a aquella en la que se les dio el voto. Recuerden el tamayazo.

Así que a mí se me antoja que esto de la política tiene que ser una nueva fe. Hay que creer lo que no se ve, negar las evidencias por fidelidad, tener esperanzas de que la situación mejorará y posponer las soluciones para un futuro mejor. Alguien concluyo que todas esas  premisas hacían que la religión adormilara al pueblo y con lógica dijo que “la religión era el opio del pueblo”.  Como hoy hay  mucha gente que pasa de religión  ya tenemos un sustituto: la política. El control social está servido. La democracia  partidista ha conseguido que unos pocos, como en el antiguo régimen, pero ahora con distinto apellido,  manejen, dirijan y controlen la “cosa pública” a su gusto y saque pingue provecho de ello. Eso sí, a los de a pie nos  han hecho creer que la soberanía reside en “Él Pueblo”. El sistema político se ha convertido en una adormidera social.

Nos han contado el cuento de que es muy importante participar en política, imprescindible, pero solo cada cuatro años, preferentemente dándoles su voto. Si eres de derechas a un partido de derechas y si eres de izquierdas a un partido de izquierdas. Aquí se terminó toda tu tarea. Quédate tranquilo tus representantes ya cuidan de tus intereses ciudadanos. Un método perfecto que ha conseguido adormecernos y desmovilizarnos. Nuestros representantes se ocupan de nuestros asuntos. Confía en ellos. Estas en buenas manos. Ellos solucionarán tus problemas.

No tengo duda que los inventores de la democracia y todos los que han luchado para que este sistema se instaurara en las naciones  querían sinceramente que el pueblo ejerciera la soberanía pero….  ya lo dicen sus pragmáticos sucesores : “la democracia es el menos malo de todos los sistemas”. Aunque si se deteriora un poco más puede que huela.

Una vuelta de tuerca más.

La situación de crisis en que vivimos ha dejado al descubierto que este sistema  de partidos y  la delegación de poder por parte del pueblo era solo un espejismo. La realidad era otra. Había unos “mandamases” que estaban escondidos, pero que dirigían el destino de la gente y organizaban sus vidas, solo que lo hacían por persona interpuesta. Los políticos y dirigentes a los que remuneraban generosamente. Ejemplo Financiación del PP, ERES andaluces, Palau, ¿Sigo? 


Después de muchos años en que este sistema ha sido  ventajoso y  enormemente lucrativo para a los “mandamases”  y convencidos de que ahora no hay alternativa ni otro sistema que les haga frente, se han cansado de utilizar intermediarios y provocaron “La Crisis”

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En el caso que nos afecta se han dicho: “Europa es nuestra, gobernemos  directamente”.  Se han inventado los rescates y la troica. Han dejado claro que la soberanía no está en el pueblo sino en los  “mandamases del capital”. Dictan sus  normas y condiciones, y si algún país “democrático”, por supuesto, no las ejecuta a pies juntillas se cargan a los políticos dirigentes, votados por el pueblo, y ponen a un banquero fiel. Así que no hay que extrañarse de que nuestro presidente justifique todas las medidas lesivas para el pueblo, que ha decretado, con el argumento más contúndente que se puede utilizar: “hay que hacer lo que hay que hacer”. Deberíamos preguntarle y ¿Por qué hay que hacerlo?  Y seguro que nos respondería con su clarividencia aplastante: Porque hay que hacerlo. Y fuera de micrófono diría ¡Coño¡ a mi me lo mandan.¿Que pretenden estos?
   
El análisis que he hecho sobre los partidos  se pueden aplica,r  más o menos con algunas diferencias, a los sindicatos obreros y a las patronales, engranajes todos ellos del sistema de “mandamases”.

Mandalas para la reflexión por si quieres pensar, aunque puede ser perjudicial para la salud.

  • 1.      ¿Pienssa que la cosa pública es importante para el bienestar de tu comunidad? ¿Necesario para la seguridad y prosperidad de tu familia?, por ejemplo, ¿Dejarías la seguridad y prosperidad de tu familia en manos de unos desconocidos, que supongamos residen a 300 Km.  de tu ciudad?
  • 3.      Tienes referencias de estos señores en los que delegas y te han comido el coco.  ¿Les entregarías la gestión de tu patrimonio,  por cuatro años, sin ningún control, ni contacto y encima les pagarías bien por ello?
  • 4.      Un día se te ocurre que quieres saber y ver como gestionan “tu soberanía” y te propones ir al lugar donde trabajan para preguntarles o saludarles. ¿Qué crees que sucedería? ¿Entrarías sin problemas, te recibirían en sus despachos, te invitaría a una caña? 
  • 5.      Está claro que no pasarías el control de entrada. “Vd. No está citado” , “a Vd. Nadie le conoce”. Si te pones terco ¿Qué te sucederá? Como mínimo te ves en la comisaría, y con suerte pensarán que estas un poco majareta.
  • 6.      Como no has conseguido ver lo que pasa con ”tu soberanía” tu solo te unes a más gente que tiene la misma ocurrencia que tú y os dirigís, pacíficamente, a la asamblea o parlamento. Piensas: “siendo tantos nos arán caso”. ¿Os estarían esperando, llenos de regocijo, vuestros representantes, felices de que sus votantes “su gente” les venga a visitar? ¿O acaso os encontraríais con furgonetas llenas de policías bien equipados, con cara de pocos amigos, esgrimiendo sus porras y otros amigables instrumentos disuasorios y detrás de ellos tres filas de vallas y más policías?
  • 7.      Pero como tú eres un hombre de una fe invulnerable, decides dialogar, mejor, intentar dialogar, con los jefes policiales. ¿Qué te imaginas que sucederá con el grupo de hombres y mujeres de buena voluntad que, por supuesto, educadamente os acerquéis? ¿Os escucharán? ¿Cogerán vuestras tarjetas de visita e irán corriendo a entregarlas a vuestros diputados? O  acaso ¿Os molerán a porrazos después de llamaros hijo  de…?
  • 8.      Concluye lo que quieras. Haz otras preguntas u otra secuencia secuencia. Haz lo que quieras y piensa lo que te de la gana que tú eres : “EL PUEBLO SOBERANO”

Nota final:

 No te quiero ni mencionar lo de la monarquía. Hoy es 14/04/2013, hace 82 años que nuestros abuelos rieron o lloraron porque unos creían haber dado un paso definitivo hacia la libertad y otros pensaron que el mundo se les venía encima. Ni unos ni otros tenía la más puñetera idea de que nosotros íbamos a encontrarnos peor que ellos estaban, que no tenemos la libertad soñada, pero que sí,  el mundo se nos ha venido encima, estamos contra las cuerdas e igual de oprimidos que lo estaban ellos. Que continúan mandado los mismos: “Los mandamases”.

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