jueves, 2 de julio de 2015

Leyes de la democracia (imperfecta)





Todo el mundo ha repetido, o, por lo menos, menos ha oído,  la frase de Winston Churchill "la democracia es el menos malo de los sistemas políticos". El pillo de Winston  tradujo el pensamiento de Aristóteles a su conveniencia, como buen político que era.

La opinión del filosofo griego era que había tres formas  de gobierno: el gobierno del más capacitado (monarquía), el gobierno del grupo de los más capacitados (aristocracia) y el gobierno del pueblo (democracia). Cada una de estas tenía una correspondiente forma viciada de desarrollarse:  la tiranía, la oligarquía y la demagogia. Aristóteles consideraba que de estas tres formas viciadas de gobierno la menos mala era la demagogia.

La confusión reinante y la utilización de las palabras a conveniencia, pervirtiendo el lenguaje para  aparentar decir lo que no se dice, confundiendo continuamente democracia y demagogia están pidiendo a gritos que reflexionemos un mínimo y aclaremos unas cuantas ideas básicas pues nos meten gato por liebre continuamente, nos damos cuenta pero bamos tragando pequeñas cantidades de mentira y una vez inmunizados nos creemos cualquier cosa que nos cuenten.

Si indagamos en un diccionario de filosofía veremos que más o menos las leyes y los valores de la democracia se sintetizar en:

• Libertad. Supone la capacidad de autogobernarse, aceptando sus obligaciones pero también la de participar en la preparación y adopción de las decisiones colectivas.
• Igualdad. Garantiza que todos los ciudadanos posean los mismos derechos y obligaciones, sin grupos privilegiados, con los mismos derechos civiles y políticos.
• Civilidad. Que supone disciplina, tolerancia, autocontrol, cooperación y solidaridad. Convivir con otros compartiendo responsabilidad y respeto.
• Justicia. O sea dar a cada quien lo suyo. Así será posible la seguridad y la paz.
• Participación. Esto involucrarse en lo social y lo político.
• Pluralismo. Tenemos que reconocernos y aceptarnos diferentes y complejos. Esto es válido tanto para los individuos como los grupos.
• Tolerancia. Ver y tratar a los demás con respeto,  apreciando  lo valioso de cada uno, resolviendo las discrepancias mediante el diálogo..
• Legitimidad y legalidad. Son la expresión del consenso que garantiza la igualdad, libertad, justicia y estabilidad.
• Solidaridad. Acoger y auxiliar a los más desfavorecidos del grupo para garantizarles los derechos y necesidades mínimas  


Veamos lo derechos que en realidad tenemos y los valores que se fomentan en nuestra democracia:

Somos libres de ir a votar cada vez que se nos convoca, pero previamente duran varios días se nos ha comido el coco de diversas y sofisticadas maneras y se ha apelado a la fidelidad y responsabilidad de preservar el sistema y no destruir lo bueno que tenemos. Apena se nos informa de lo que se proponen hace por nosotros y mucho menos se contempla hacerlo con nosotros. Nunca se hacen referéndums para consultar lo que gusta o prefieren los ciudadanos. Incluso alguna ministra dice que "las urnas son peligrosas" y aquí no ha pasado nada.

 Con relación a la igualdad  nuestra sociedad está organizada en estamentos  con muy diferentes y desiguales posibilidades. Parece una provocación el pedir igualdad de trato para todos ante la ley. La igualdad de oportunidades es mínima y solo plantearlo ofende a algunos. Algunos se burlan de que se proponga consideran la igualdad una pura quimérica.

• De la sociedad  española, del pueblo de España se puede esperar que sea uno de los pueblos más solidario de Europa pero no los más cívicos, ni mucho menos. La disciplina, la tolerancia,el autocontrol no es lo nuestro, me atrevería decir que la mitad de la población no tolera que otros piensan o sientan de forma diferente a como ello piensan, eso es de ser mal español, unos si no les gusta la monarquía pitan al rey o al himno y los otros pitan a un jugador por el hecho de ser catalán, aunque se deje la camiseta durante años por defender la selección española. Así que parece que hemos evolucionado algo en eso de matarnos unos a otros pero no hemos aprendido a respetarnos diversos y mucho menos a cooperar unos con otros.


• La sociedad española está convencida que hay una justicia para los ricos y otra  para los demás y que cuanto mas pobre seas o mas ignorante tienes más facilidad de que te caiga la ley con más dureza. No hace falta hacer un esfuerzo para conocer alguien que se pasa algunos meses en la cárcel por un pequeño hurto mientras los grandes ladrones se libran como norma, aunque últimamente algunos poderosos han sido condenados. 

• Una de las frases mas repetida por los españoles durante cuarenta años fue "yo no me meto en política" "yo no se nada de política" y despues de casi otros cuarenta esto lo continuamos oyendo. Yo siempre respondo: "pues yo si". A nosotros nos organizan la vida los curas, los jefes y los políticos. Lo curas diciéndonos lo que y cómo  tenemos que creer, los jefes ganándose a los sindicatos con prebendas y comilonas y los políticos comenzaron desmovilizando los movimientos cívicos y organizando la cosa para que dijéramos algo cada cuatro años y ya vale. Y yo tengo la impresión de que aceptamos esta situación porque esto nos eximen de comprometernos y participar activamente en la vida pública. No se si es comodidad, desconocimiento o falta de autoestima.

• España es una, grande y libre. Mucha más gente que la que parece tiene esto metido hasta el tuétano y no puede comprender que otros piense que pertenecen a una nación llamada Cataluña, por ejemplo. España es una nación católica y para muchos son sospechosos los que se sienten  una sociedad laica o tienen otra religión y lo manifiestan de cualquier forma. Pero otros no comprenden que un cristiano pueda militar en la izquierda. Si te pones una banderita roja y gualda algunos te van a mirar mal, pero si te pones la de la república eres un rojo peligroso. Nos querrian a todos uniformados  ycon el mismo perfil. Pese a que las evidencias demuestran  que somos una sociedad plural  un gran número de españoles no soportan el pluralismo.  

• No se nos ha entrenado para el diálogo y la tolerancia, ni en la familia ni en la escuela y menos en la iglesia. Si nacías en una familia de derechas todos de derechas y si por casualidad alguno  se salía del tiesto, el padre se imponía, y la madre ponía paz haciéndole callar. Y "los el otro lado" igual. ¡Que ya es significativa la  expresión! Los españoles nos hemos pasado años creando fronteras y no las hemos demolido ni mucho menos. Hay partidos políticos que han hecho de la frontera su mejor arma y su mejor método para crear fidelidades. Curiosamente los partidos que mas dicen defender la legalidad y la democracia son los que más muros de separación mantienen o levantan.

• Cuando oigo a algún ministro o alto cargo, de cualquier color, decir que va estar vigilante para que las leyes se cumplan, me pongo a temblar, como mínimo quiere decir que va a  encontrar cualquier  falta o incumplimiento  de sus oponentes y  vamos a tener murga por semanas o meses. A ese mismo señor o señora, si  se le preguntan por alguien de su partido, hará malabares para disculparlo o como mucho dirá que no tiene información. ¿Pero no decía Vd. que estaba vigilante para que se cumpliera  la legalidad?  Cualquier cosa que se encuentre en el enemigo hace que se olviden la igualdad, la libertad y la justicia y se entra a saco para desestabilizar al enemigo.  Si el infractor es de tu bando se manipula la justicia y se blinda al infractor como si en ello les fura la vida. Una farsa las proclama de que se defiende y se respeta la ley.

• En  la solidaridad la sociedad española cumple mucho mejor los estándares de la democracia, son minoría los que discriminan su ayuda a las personas necesitadas de otra raza o creencia y nos volcamos cuando surge una catástrofe. Aprobamos en solidaridad democrática.  Pero que no nos toquen demasiado las narices.

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